Hockey Derecho: el hockey sobre césped es una pasión
Por Carla M. Cometto
El hockey sobre césped es una pasión, sí lo afirmo, jugué toda mi vida y no puedo dejar de sentir ganas de jugar y entrenar cuando lo hago con mis chicas, cuando veo un partido por la tele. Es difícil estar del otro lado, de este lado, del de entrenador, ellas no se dan cuenta cuando les digo algo como la sangre hierve en mis venas, solo cuando viviste el hockey, lo que es jugar en clubes, tener muchos entrenadores, todo tipo de compañeras y situaciones o haber jugado tanto con distintas personas, muchas amigas, otras no, se siente lo que es tener “un equipo” cuando se logra. A veces se gana y se pierde pero no importa se esfuerza, se es constante, se disfruta. No es algo menor, hay que trabajar muy duro con los egos, las inseguridades, las envidias, las ambiciones, las rivalidades, la poca afinidad, pero si se tiene un mismo objetivo se puede lograr, ojo, no mental sino que realmente se siente en el corazón.
No hay duda que compartiendo, siendo humilde, solidario, observador, generoso, coherente y seguro de sí mismo, entre otras características, se puede llegar a ser un gran jugador pero estoy segura que solo equilibrando las fuerzas positivas y negativas que habitan en cada persona se puede empezar a recorrer un camino junto a otros miembros de un equipo, un camino inolvidable.
Hoy pensaba que el jugador con excelente técnica solo no sirve, con solo garra tampoco, con estado físico impecable tampoco, es con el deseo personal y grupal de ser mejores personas y jugadoras que se puede llegar a un objetivo común consistente e inquebrantable. Con los años veo que es la indiferencia peor que la bronca, que es falta de amor a lo que se hace y a las personas, cuando no se registra al otro y solo se piensa en ser el centro o la víctima de algo, ahí, en ese punto es cuando uno se aísla, no se mejora, no se crece, no se madura, tiene que haber un fuego interior que nos haga preguntarnos, ¿porqué’? ¿porque no me sale esto? ¿porque no podemos con esto?, no será que no quiero cambiar, no quiero aprender de mis errores, no quiero compartir, hay tantas preguntas que llevan a lo mismo: el registro del presente, el ahora. Ya nada es lo mismo que ayer, inclusive que hace un rato… Disfrutar de lo que amamos y hacemos conscientemente nos lleva a que no nos fijemos si el de al lado hace o no hace, solo queremos hacerlo bien y mejor, es estando en el presente que solo nos damos cuenta de esto. “Todo cambia, lo único permanente es el cambio” siempre me dice un sabio a quien quiero mucho y me enseño una filosofía de vida para entender la vida y aplicarla a todas las áreas, entonces, ¿para qué quedarnos en el pasado? hacer todo nuevo es una forma de poder disfrutar, aunque creamos que es lo mismo día tras día, si lo hacemos como si fuera nuevo, lo disfrutamos. Es así que aunque cuesta con las jugadoras, trato de transmitirles una visión y un espíritu que creo que tiene que ser parte de uno y motor. Aunque les repito una y otra vez las correcciones en los ejercicios de técnica y táctica que puede ser tedioso, ojo hasta para mi! lo que me motiva es que sé que se puede y confío en ellas, pero son ellas las que deben confiar en si mismas y en sus compañeras para modificar el transcurso de los partidos.
¡Ah! y un detalle, no son los equipos de mejores amigas los que triunfan sino los que a pesar de no serlo trascienden sus egos y problemas por un objetivo en común día y día, disfrutando de poder compartir esta pasión: el hockey.